Los celos

Los celos infantiles son una emoción desagradable y exagerada que sufren los niños/as que sienten una pérdida de afecto o de atención. Durante las edades de nuestros pequeños/as, normalmente suelen coincidir con la llegada de un hemano/a menor o su incorporación a la escuela. Con el nacimiento del nuevo bebé, el niño piensa que éste le roba toda la atención que recibía de los padres y, al llegar a la escuela, descubre que la profesora no es sólo para él y debe compartir su atención con lo demás niños/as del grupo.
La mayor incidencia ocurre a los dos años, cuando el niño/a pasa por una etapa en la que destaca el egocentrismo y ya posee el suficiente desarrollo cognitivo como para valorar sus situaciones. Además coincide con el momento en el que empieza a desarrollar más notablemente su autonomía (hablar, control de esfínteres,…), y cuando solemos exigirles que hagan más cosas por sí mismos, por lo que el niño/a reacciona rebelándose.
En un principio, esta manifestación de celos es normal, ya que el niño debe adaptarse a la convivencia como proceso natural en su desarrollo y, debe ser superada con normalidad, sin darle más importancia de la que realmente tiene. Sin embargo, en ocaciones nos encontramos con niños/as que mantienen esta situación malestar durante más tiempo, pudiendo llegar a desencadenar en conductas regresivas ( hacerse pis, no querer dormir solo, querer chupete,..)

COMO SE MANIFIESTA
Los celos surgen cuando el niño/a siente la pérdida de apoyo o de la viculación afectiva y, con elo se siente desvalido, desconfiado, inseguro y descontento. Su contacto afectivo con los demás se deteriora y se vuelve ansioso.
El niño lloriquea, deja de hablar o balbucear como antes, se niega a hacer las cosas o realiza deliberadamente lo que sabe que molesta o no está permitido, desafiando a padres y educadoras, rechaza la ayuda de los demás, está nervioso y agresivo, con rabietas y suele estar más triste y aburrido. En general, está sensible a todo, maniático y necesita erróneamente tener caprichos para consolarse.

COMO ACTUAR
Las pautas son las de siempre. No debemos compararlo, ni infravalorándolo, ni sobrevalorándolo, es necesario que comprenda que cada persona es diferente y tiene cualidades distintas, que en ningún momento son mejores ni peores a las de los demás.
Debemos favorecer las conductas solidarias y colaborativas, que participen de forma positiva en la situación que le está provocando los celos, valorando su acciones y reforzando sus conductas positivas.
No debemos aprobar ni pasar por alto sus reacciones agresivas o negativas ante la nueva situación. En esos momentos debemos motivarlos para que actúen adecuadamente y reforzar y alabar su buen comportamiento.
Nos gustaría incidir en una idea importante: ES UN ERROR TRATAR A LOS HIJOS/AS O A LOS ALUMNOS/AS DE FORMA IGUAL, ya que cada uno es distinto y necesita ser tratado de forma diferente. Los padres o educadoras que se relacionan con los niños/as en función de sus necesidades y características, son los que suelen lograr el éxito.
Y por supuesto, lo ideal es la prevención, ayudándoles a formar una personalidad independiente y a adquirir valores positivos antes de que los celos puedan desencadenarse.



Un saludo del
Equipo Educativo de las E. I. “Peques School”